INVITACIÓN EXPOSICIÓN EN D.F. / GALERÍA DOMICILIO CONOCIDO
TEXTO DE SALA DE LA EXPOSICION PLANTARUM/DIC 2013/Ciudad de México
“Guíate por la naturaleza. No te apartes de ella pensando que puedes hacerlo mejor por ti mismo. Te perderás, ya que el verdadero arte esta oculto en la naturaleza, y aquel que puede extraerlo, lo posee.”
Albrecht Dürer
El arte y la ciencia siempre han tenido una íntima relación dentro de la cultura. Fue en el Renacimiento cuando esta relación comenzó a tener más interés dentro de la cultura occidental, la misma época donde se retomó la búsqueda del entendimiento de la naturaleza con lo humano casi simultáneamente al descubrimiento de nuevos mundos nunca antes conocidos; el descubrimiento de America transformó el imaginario de Europa como nunca antes se había visto, el intercambio cultural entre ambos continentes provocó una hibridación a distintos niveles, desde lo social, tecnológico y material, hasta lo biológico. Para aquella época, el dibujo, el grabado y la pintura, fueron los medios por los cuales la gran población europea se ilustró acerca de lo que sucedía en aquel mundo desconocido. Para el siglo XVIII ya se tenía una mirada intercontinental de las especies biológicas descubiertas, y fue en 1753 cuando el naturalista Carlos Linneo publicó Species Plantarum, un libro que contiene el origen de la nomenclatura botánica que se conoce hoy en día, donde se ilustran todas las plantas hasta entonces conocidas clasificadas mediante un sistema que las agrupa en especies, géneros, órdenes y clases.
Gina Iturbe es una artista apasionada por la naturaleza, su impulso por el encuentro con lo natural la ha llevado a edificar su vida alrededor de la experiencia con el campo abierto, las plantas, los árboles, el río y la montaña. Es por eso que ha dedicado su práctica al estudio de las especies vegetales a su rededor por medio del análisis de sus formas, al mismo tiempo que hace un desplazamiento simbólico y matérico en la manera que presenta este estudio: crea su propia taxonomía herbaria, materializada sobre metal trazado con un bajo relieve al estilo de las placas utilizadas para la impresión de grabado tradicional, pero en este caso, utilizando la placa como soporte pictórico, donde experimenta con distintos procesos y realiza una investigación plástica con distintos materiales, hasta conformar un estilo definido que le es propio. Plantarum es la huella de esa colección de imágenes de plantas que Gina ha recolectado en base a su interés por natura, creando nuevos signos que nos invitan a reconectarnos con la experiencia del medio natural, no sin antes darnos un paseo óptico por sus texturas y relieves.
Viviana Martínez
Helechos, 2013 / Gráfica digital
Fotos de la noche de inauguración
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MURAL PARA RESTAURANTE EN OAXACA / Placa de aluminio
Detalles complementarios para muro restaurante vegetariano en Oaxaca.
Punta seca, dremel, acrílicos y tientas s/lámina de aluminio
Saxifraga, 2013 (foto completa y detalle) / 76 x 27 cms.
Técnica mixta s/lámina acanalada de fierro (reciclada)
Sambucus Nigra, 2013 (foto completa y 2 de detalle) / 1 mt x 27 cms.
Técnica mixta s/lámina acanalada de fierro (reciclada)
Venta de arte objeto en taller o por internet
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SAN MIGUEL DE ALLENDE /Art Walk 2013/Galería Espacio Carral
Montaje con la curadora Margaret Failoni
Germinar, 2013. Arte objeto para pared (Aluminio y hojalata)
Punta seca, pátina, acrílico, óleo y hoja de plata sobre aluminio
Dremel, transferencia, pátina y acrílico s/aluminio
Raíces, 2012 (“click” sobre la imagen para agrandar) / 91.5 x 18 cms
Punta seca, óleo y acrílicos s/aluminio
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EXPOSICIÓN EN GALERÍA LA JÍCARA, Oax. / 2012
crédito foto / Periódico El Imparcial
MESA DE GRÁFICA / Exposición Colectiva
Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca(IAGO), 2011
2 LINKS para ver video y el proyecto completo:
http://www.mesadegrafica.blogspot.mx/p/gina.html
Videos Mesa de Gráfica / Fiona Dunnett
Narración íntima, 2011 / 6 metros x 5 metros
Instalación a muro con alambre
Inauguración (mi pieza a la izq.)
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Narración íntima bordada, 2011 / Alambre, tela, aro de bordado
Dremel, punta seca y tintas sobre lámina de aluminio doblada
Collage (páginas de mis diarios) sobre tiras de fieltro
Punta seca, transferencia y acrílico sobre papel de fibras hecho a mano
Pieza donada al Centro de las Artes de San Agustín
Presagio, 2011/ 69 x 90cms / Exposición colectiva “HÍBRIDOS”
Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (Pieza donada)
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ESCRIBO UN ÁRBOL /Árboles Sagrados /Casa de la Cultura Oaxaqueña. 2010.
GALERÍA QUETZALLI /Mayo 2010. / Artista del mes
(Ver más fotos en la sección GALERÍA)
TEXTO DE SALA POR ERNESTO LUMBRERAS
ESCRIBO UN ÁRBOL
Hay palabras que tienen sombra de árbol.
Vicente Huidobro.
Las confluencias del reino vegetal en el arte son milenarias. Si bien es cierto que en las pinturas rupestres su representación apenas tiene lugar, los árboles, las flores, los pastos y los campos de cultivo aparecerán de una y mil maneras en la vida cotidiana y ritual de las primeras civilizaciones: en su arquitectura, en su cerámica, en su indumentaria, en sus cosmogonías… Chinos, babilónicos, egipcios griegos, romanos, incas o mayas recrearon el mundo arbóreo más allá del nivel ornamental o de consumo. En un sauce llorón, un jardín colgante, un campo de lino, un maizal, una colina de olivos, una era de papas o un bosque de encinos se encontraban divinidades y espíritus con los cuales los hombres de la antigüedad convivieron armónicamente. Más que lugar físico o área de materias primas o de insumos, estos espacios se consideraban moradas, ámbitos sagrados que había que conservar y honrar con gratitud y veneración.
Las banderas o estandartes presentados en esta exposición de Gina Iturbe, con todas sus resonancias tibetanas, traen a colación el sentido fundacional del árbol en la mitología de varios pueblos. En las comunidades del Himalaya se colocan estas banderas con el propósito de que el viento disperse los símbolos y las alegorías de fe, fertilidad, bienaventuranza o prosperidad que en sus telas están impresos. Con ese mismo afán se han colocado aquí −expuestas a los vientos de los Valles Centrales de Oaxaca−, en la expectativa de que el visitante que recorra las salas transporte en su mirada y en su respiración la vendimia de luz y vida que cada pieza contiene y aspira compartir. Raíces, troncos, ramas, flores, frutos, semillas: la vida de los árboles y de las plantas es un devenir con pasado, presente y futuro, con una realidad invisible que convive con el reino mineral y con otra visible que conversa con el sol, las aves y nuestro asombro.
Cada tela cuenta una historia, desentraña un sueño, explora un mito; diseñadas, dibujadas, pintadas e intervenidas por una artista siempre en trance de consumar una metamorfosis ovidiana –por momentos el flujo de la savia de sus árboles y follajes se confunde con el de su propia sangre−, las piezas de la exposición se tornan jardín o bosque pero, también, en su coro visual levantan un recinto para la oración o un retiro para escapar del mundanal ruido. El trabajo de la artista nos pone en contacto, desde la inocencia y la devoción, con la dimensión espacial y temporal de un reino de seres vivos que aman el silencio, la quietud, la introspección. Si en Jan Hendrix o en Magali Lara –figuras tutelares y afluentes benéficos de Gina Iturbe−, el mundo vegetal se transfigura en gráfica, escultura o pintura a partir de los elementos estéticos implícitos en una rama, un follaje o una flor, su tentativa incorpora la materia mítica –la cuenta larga que desvela el tiempo de los comienzos− contenida en las distintas metáforas del árbol. Con singular técnica y siempre sugestiva inspiración, en la presente muestra gravita un aire ritual que incita los sentidos a despertar más allá de la vida pragmática.
Sumadas a las placas de aluminio, bella y sutilmente grabadas, las delicadas, casi transparentes telas, acentúan la condición efímera, de constante renovación del orbe vegetal: pétalos de una flor, hojas y frutos de un árbol que al caer a tierra inician una vez más el ciclo vital, hacia el comienzo del gran misterio. Con otro lenguaje y con otras intenciones, estas banderas tatuadas con motivos arbóreos nos murmuran lo que Octavio Paz en su poema “Árbol adentro” nos revela: “Allá adentro, en mi frente / el árbol habla. / Acércate, ¿lo oyes?”
Ceiba Sabiduría, 2009 / 45 x 45 cms
Punta seca, acrílicos y transferibles sobre aluminio,
Roble c/Mantra Budista , 2009 / 45 x 45 cms
Punta seca, acrílicos y lápiz de cera sobre aluminio
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VÍNCULOS Y REFLEJOS/ Exposición individual.
GALERÍA CASA CRESPO, OAX. (2009)
Vínculos y reflejos, 2009 / 70 x70cms / Punta seca y acrílicos sobre placa de aluminio
Texto de sala por Fernando Gálvez.
Una placa de metal pulido tiene cualidades de espejo. De forma inconsciente quizá, pero me parece que Gina Iturbe elige este material para desarrollar sus trabajos de esta serie por esa característica especular, pues podríamos decir que el conjunto de trabajos que presenta, conforman un autorretrato espiritual de la artista. Inclinada sobre su propio reflejo, Iturbe utiliza un punzón sobre el metal para trazar la líneas de su vida interna, como una metáfora de la inmersión en sus adentros: rascar para profundizar en imágenes y símbolos que recojan sus visiones íntimas, sus maneras de relacionarse con la naturaleza y el cosmos, con un yo trascendente que se vincula con el todo y no con un yo egolátrico, un yo disuelto en las afinidades. Una vez trazados, incididos en la placa, los signos afloran su materia y color. Cuando una técnica resulta afín a la búsqueda temática, las expresiones se desenvuelven en forma fluida y muchos de los mensajes atinan en manifestar con fuerza lo que el artista necesita expresar.
Florecimiento, 2008 / Collage sobre yeso
Lo vegetal sitúa a Gina en lo terrestre: es ella parada en este planeta, floreciendo en él, en este caso a través del arte. Las lunas, las estrellas y el sol, son metáforas del tiempo, del devenir cósmico que si bien nos rebasa por su inmensidad, también nos vincula con lo universal, pues nos acoge en medio de su magnitud inconmensurable. Cuando la luna baña con su luz plateada la superficie de la tierra y las plantas parecen perder solidez y se hacen luz, brillos ellas mismas, la luna baja a ras de hierba, y los vínculos cósmicos pueden concientizarse, o como hace Gina en su pieza Ying (2009), pueden poetizarse. Saber que somos sueños y sentimientos y astros y corolas, es saber que somos mucho más que un limitado ser que racionaliza todo sin trascender su propio cuerpo. Entonces los miembros corporales se llenan de signos, los mundos oníricos se pueblan de sentido y de mensajes determinantes, y el arte se vuelve una pesca donde los reflejos del ser creador, nos sirven para vernos todos, de alguna forma extraña, como nos miramos también en el espejo de la luna.
Rueda del Dharma (detalle), 2009
Lúnatica, 2006 / Grabado punta seca intervenido con rodillo directo sobre el papel
Exposición colectiva Oaxaca Estudio, Museo de los Pintores Oaxaqueños (2006)